Segunda Estación: Sanlucar de Barrameda

La parada mondeña[1] fue el inicio del verdadero viaje interplanetario por los mundos afines y acomienzos del pequeño Toto. La siguiente parada debería haber sido Madrid, pero como las cosas no son como deberían ser sino como son, fue necesario realizar una parada previa en Sanlucar de Barrameda[2] para llenar de combustible su especial nave espacial. [3]
Allí más de lo mismo, inmejorable compañía, hospitalidad sin ambulancias, comida y bebida, física y química, geografía e historia, niños y pequeños, aventuras y desventuras, propios y extraños, risas y lagrima…
Este pequeño personaje, acompañado por sus geniales amigos realizaron multitud de paradas por los diversos satélites sanluqueños: El Barrio Alto, el Barrio Bajo, Bajo Guía (cuna y residencia de los langostinos y la Manzanilla), la enorme Plaza del Cabildo, la Calzada del Ejército, la avenida de la Marina sin númbero, el palacio de los Duques de Medina Sidonia, el mirador del hotel Guadalquivir…
Los amigos caso aparte, punto y final, el no va más. El día y la sombra, lo weno y lo malo, el futuro y el pasado, medio llena y medio vacía, los sueños y las pesadilla, que si que no, confianza y sinfianza, el moro y el cristiano, el Guti[4] y el Carpeta, las dos caras de una misma moneda, dos nombre para una misma persona, la persona que quiere ser nuestro pequeño amigo Toto cuando sea mayor.

[1] Ver Primera estación Monda del 30 de agosto
[2] Municipio situado en la zona noroccidental de la provincia de Cádiz, junto a la desembocadura del río Guadalquivir
[3] Tengamos en cuenta que esta nave funciona a partir de la manzanilla sanluqueña.
[4] Todo un descubrimiento saber que él, por mucho que reniegue, es el Totito de Sanlucar.