La Presentacion
Ya me habían robado cuando me cogieron entre cuatro o cinco, no recuerdo bien. Al principio me dijeron que estaba a una granja, pero yo sabía que en verdad me había llevado al Tempul. Si, a ese zoológico de la ciudad de los caballos. Me metieron en una jaula. Creo que había ochenta o cien, o quizás miles más. Eran víboras, sapos, culebras y algunas que otras ranas, mariposas y libérulas. En la multitud vi una bandera blanca, me acerqué a ella, quizás fuera mi única salvación. Las helicópteros nos sobrevolaban, eran seis y hacía mucha calor. De repente todos esos animales empezaron a emitir extraños sonidos. Entre tanto ruido a veces se percibía alguna palabra: Firma, veintitrés, nombre, alergia, turno, gracias… parecían todos estar de acuerdo. No se si aburrido o desesperado pude encontrar en la multitud un par de miradas conocidas, sabían mi nombre, y fue entonces cuando me di cuenta de que me estaba convirtiendo en uno más. Un caracol me indicó la salida, si supiera a cuantos de los suyos me he comido este año en el Pumarejo no me habría hecho ese guiño. Ya era demasiado tarde, ya no podía huir, ya me habían presentado. |
4 Comments:
Totito, un poco pesimista te leo.
Ánimo que ya eres perro viejo en estas lides.
Templanza, que no te falta y Ánimo que te sobra.
Te deseo lo mejor, de veras: Ester
Ay, qé angustia :S tu texto me produce un poco de claustrofobia. Ya verás como sales ileso y victorioso de esta ;)
Un besote!
Victorioso no se, pero ileso y animoso si que he salio.
No era pesimismo ni claustrofobia más bien aburrimiento puro y duro y a eso si que no estoy acostumbrao.
Pues anda que no había bichos ni ná en la presentación esa.
No te quejarás ahora, muchachote.
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