Sunday, June 24, 2007

Fandangos


Después de haberme llevado toda la noche de jarana,
después de haberme llevado, me vengo a purificar
debajo de tu ventana como si fuera un altar.
Ya no me asomo a la reja que me solía asomar,
ya no me asomo a la reja, me asomo a la ventana
que hay en la soledad,que hay en la soledad.
Fandangos populares adaptados por Los Planetas para su Leyenda del Espacio
(Una excusa para presentar este antiguo cuadro, uno de mis preferidos)

Friday, June 22, 2007

La Presentacion

Ya me habían robado cuando me cogieron entre cuatro o cinco, no recuerdo bien. Al principio me dijeron que estaba a una granja, pero yo sabía que en verdad me había llevado al Tempul. Si, a ese zoológico de la ciudad de los caballos. Me metieron en una jaula. Creo que había ochenta o cien, o quizás miles más. Eran víboras, sapos, culebras y algunas que otras ranas, mariposas y libérulas. En la multitud vi una bandera blanca, me acerqué a ella, quizás fuera mi única salvación. Las helicópteros nos sobrevolaban, eran seis y hacía mucha calor. De repente todos esos animales empezaron a emitir extraños sonidos. Entre tanto ruido a veces se percibía alguna palabra: Firma, veintitrés, nombre, alergia, turno, gracias… parecían todos estar de acuerdo. No se si aburrido o desesperado pude encontrar en la multitud un par de miradas conocidas, sabían mi nombre, y fue entonces cuando me di cuenta de que me estaba convirtiendo en uno más. Un caracol me indicó la salida, si supiera a cuantos de los suyos me he comido este año en el Pumarejo no me habría hecho ese guiño. Ya era demasiado tarde, ya no podía huir, ya me habían presentado.

1984


No suelo recordar los años impares de mi vida. Últimamente son años de oposiciones y de momentos impares o nones.
Me quedo con los años pares, son más relajados, divertidos e insospechados. Es más fácil recordar el fructífero 1976, el anaranjadito 1982, el celebradísimo 1992 o el redondeado y poco efectivo 2000.
Hoy quiero hablar, mejor dicho, quiero que me habléis, de 1984, el año en que vi volar a un hombre sin alas y el título de un libro de Orwell que mí primer y único, hasta la fecha, compañero de piso me ha regalado como agradecimiento por mi hospitalidad (y eso que le he dicho que los hospitales y el doctor House no me gustan).
Dani, el anarco-opositor del tesorillo, después de un mes de una convivencia apacible y didáctica, pensó que me vendría bien leer este libro. La verdad es que no tengo muchas ganas de leer ahora, aunque se que terminaré haciéndolo durante el inminente verano, por lo que me surge la duda: ¿qué puede contar ese libro que me sirva para algo?, o mejor aún, ¿qué ha visto y conocido de mí que le hago pensar en ese libro?






Saturday, June 09, 2007

Aves de paso

"Vuela, vuela, vuela
tu no dejes de volar
vuela por la mañana
vuela hasta Portugal"
Superheroes de barrio, Kiko Veneno
No nací siendointerino pero hace tanto tiempo de eso que ya casi parece que fue así. El año empieza ese día de septiembre en el que suena el teléfono y te dan las coordenadas de la que será tu casa durante los próximos nueve meses. En Junio termina la aventura y comineza el Limbo, ese periodo de tiempo en el que estás pero no estás y eres pero no eres. Hasta que al poco tiempo comienza de nuevo el ciclo. Somos aves de paso, viajeros sin rumbo fijo.
"Volando voy, volando vengo
y por el camino, yo me entretengo"
Volando voy, Kiko Veneno
Y por el camino nos encontramos a otras aves que son como tú y otras que no se parecen en nada, que tienen su nido, o van en busca de él, aves que quieren dejarlo y aves que nunca han tenido uno. Pero nada de eso importa, nos juntamos y volamos, volamos y volamos. Formamos una bandada, una de esas que veis por el cielo y hacen figuras, una de esas que nunca se chocan y llegan a todos lados, que descansan de forma ruidosa en el árbol más frondoso de cada uno de los parques de cada uno de los pueblos en los que habeis estado y estareis.

"Viento de poniente
dobla los juncos por la ribera
tengo los pies ardiendo
dame un soplito ponte a mi vera"
Viento de Poniente, Kiko Veneno
No hay nada como la sensación del viento durante el vuelo, como el ruido de las alas de tus compañeros al batir, como la compañía y complicidad, como los soplitos y susurros en las alturas, como la ausencia de tiempo y destino, de rutas e imposiciones. No hay nada como emprender el vuelo sólo e ir conociendo a otras aves de paso, otras que pasean contigo, otras en las que pensar en futuros viajes y que pensarán en ti mientras vuelan en otra dirección.
"Hace cuanto tiempo
y me alegro tanto
no me lo esperaba"
Lobo Lopez, Kiko Veneno
De cuando en cuando los caminos de estas aves se vuelven a cruzar. Es motivo de fiesta, de recordar el pasado y mirar al futuro. Y a veces, solo a veces, y de forma mágica y escepcional, conoces a otras aves que, de una u otra forma, sabes que te van a acompañar todo el camino.