Otoño auditivo
Ya ha llegado el otoño, el cole, el olor a libros nuevos, las primeras pero escasa lluvias, las series televisivas de to la vida, la rebequita y las babuchas cerraitas, la berrea de los ciervos y el adiós de los mosquitos del Río Sanpedro, la liga, la champion y el autentico submarino amarillo… y tantas otras cosas que nos hacen alejarnos del verano y adentrarnos en la gris y monótona rutina. Pero todo no es así de triste, al comenzar la nueva temporada también comienzan a llegarnos esos nuevos discos que nos hacen ver todo de forma diferente sin tener que llevar gafas de sol y nos hacen viajar sin estar de vacaciones. Este es el claro ejemplo de esta peculiar pareja, de estos dos viejos roqueros que no hacen rock, estos dos maestros flamencos que no sólo hacen flamenco, de estos dos eternos luchadores que no saben coger ni un tirachinas.
Uno, Kiko, con su “hombre invisible” nos demuestra, como nos dice mi amigo Lolo, que es el hombre invencible, dispuesto a luchar contra todo el enrevesado mundo de las discográficas para hacernos llegar sus poción mágica contra el aburrimiento y la desidia, una poción cargada de inspiración, liberación y satisfacción y de todas las músicas posibles e imaginables sin dejar de ser tan venenoso como ha sido siempre.
El otro, Enrique, con su “sueña la Alhambra” nos continua sorprendiendo y llevando por caminos nunca antes imaginados. En los últimos años se ha rejuntado y revuelto con bichos de todo tipo, Lagartija Nick, Sr. Chinarro, Amaral, las Voces Búlgaras, la Orquesta Chekkara de Tetuán, y en este nuevo viaje no podía ser menos y lo vuelve a hacer, Ute Lemper o Pat Metheny. Sigue siendo el Morente de siempre, el que tanto nos gusta y tanto admiramos.
El uno y el otro, el otro y el uno, el visible y el invisible, el catalán de cai y el granaino, nos saludan este otoño y le dan la bienvenida al nuevo curso, a nuestros nuevos proyectos, a nuestras retomadas ilusiones. Pero atentos, no se prodigan demasiado, aprovechemos su vitalidad y no dejemos sus recomendaciones vitalistas otoñales en saco roto.
Uno, Kiko, con su “hombre invisible” nos demuestra, como nos dice mi amigo Lolo, que es el hombre invencible, dispuesto a luchar contra todo el enrevesado mundo de las discográficas para hacernos llegar sus poción mágica contra el aburrimiento y la desidia, una poción cargada de inspiración, liberación y satisfacción y de todas las músicas posibles e imaginables sin dejar de ser tan venenoso como ha sido siempre.
El otro, Enrique, con su “sueña la Alhambra” nos continua sorprendiendo y llevando por caminos nunca antes imaginados. En los últimos años se ha rejuntado y revuelto con bichos de todo tipo, Lagartija Nick, Sr. Chinarro, Amaral, las Voces Búlgaras, la Orquesta Chekkara de Tetuán, y en este nuevo viaje no podía ser menos y lo vuelve a hacer, Ute Lemper o Pat Metheny. Sigue siendo el Morente de siempre, el que tanto nos gusta y tanto admiramos.
El uno y el otro, el otro y el uno, el visible y el invisible, el catalán de cai y el granaino, nos saludan este otoño y le dan la bienvenida al nuevo curso, a nuestros nuevos proyectos, a nuestras retomadas ilusiones. Pero atentos, no se prodigan demasiado, aprovechemos su vitalidad y no dejemos sus recomendaciones vitalistas otoñales en saco roto.
posted by totito @ 10:42 AM
3 Comments:
Mira el Cai, tiene admiradores hasta en guirilandia.
Vaya dos genios, yo tengo la esperanza de escuchar algún dia un disco de Morente con letras de Kiko, y si toca Metheny la guitarra, hasta me hago del Barça si hace falta :)
Yo en cambio no encuentro ni un sólo grupo decente que me parezca mínimamente equiparable a los de los años 90.
El flamenco siempre ha estado ahí, en los pasillos de mi casa desde mi mas tierna infancia, pero ha ido creciendo progresivamente a medida el resto del panorama músical iba perdiendo interés para mí. No cabe duda que en los 90 igual que en los 80 salieron un buen puñao de grupos, pero ya de to eso bien poco queda. Aunque lo que ha quedao es mu grande, pero esa es otra historia...
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